En la universidad sobra talento


Imagen destacada: University Life 211 por Francisco Osorio
Si me preguntaran qué pienso que le falta a la universidad española, contestaría muchas cosas, pero «talento» no estaría entre ellas. Hay talento, sobra talento. He visto salir de las aulas ideas brillantes, y sin embargo, muchas de ellas han fracasado.
¿Eran malas? No. ¿Falta de presupuesto? Algunas de ellas tenían coste cero. ¿Entonces?
La emoción, la intensidad, el esfuerzo… son como una especie de enamoramiento pasajero: solo duran un mes.
Me viene a la mente la idea de la obsolescencia programada, aparatos programados para dejar de funcionar tras un tiempo para que sea necesario sustituirlos por otros. Tal vez nuestras mentes también hayan sido programadas así. La mayoría de los proyectos que he visto fracasar ha sido por la dejadez de sus implicados.
La emoción, la intensidad, el esfuerzo… son como una especie de enamoramiento pasajero: solo duran un mes. Después de este tiempo, el grupo se dispersa, primero son las excusas, después las negativas y para terminar, la desaparición sin explicaciones.
Me entristece pero a la vez me hace pensar en el futuro. ¿Cómo se puede innovar si el interés por algo no dura más de un mes? Cuando empiecen a aparecer los primeros resultados ya no quedará nadie para verlos. En ese sentido, entiendo a los empresarios que quieren encadenar hasta el infinito los contratos temporales. Si solo se puede mantener a una persona a su máximo rendimiento durante cierto tiempo, lo más lógico es que, pasado este, se deba cambiar a esa persona.